lunes, 7 de noviembre de 2011

REDES SOCIALES: POTENTE ARMA COMERCIAL; PELIGROSA AMENAZA SOCIAL


Es innegable que la tecnología y todos sus adelantos han alterado la vida del ser humano en todos sus aspectos. Desde aquel pequeño y redondo reloj despertador que sólo con el botón ubicado en la parte superior recién podías apagarlo, claro, previa levantada de tu cama, a menos que el zapato que tuvieras a la mano te evite dicha fatiga. Hoy en día programas tu TV inteligente para que te despierte, incluso, para que se encienda en el canal que esperas ver a esa hora. Otro sencillo pero perfecto ejemplo, el antiguo teléfono. Aquél aparato con más forma de mascota que el de un equipo tecnológico, con paredes curvas, de tapa cada vez más descascarada y con un disco agujereado el cual utilizabas para lograr comunicarte con otras personas. Hoy en día logras enviar un mensaje de texto con un celular más rápido que lo que demoraba volver el cero de aquel disco a su posición inicial.

Cómo han alterado estos y muchos otros equipos la vida del hombre? Todo se resume al factor tiempo. Claro, podemos mencionar otros factores como accesibilidad, multifuncionalidad, portabilidad, alcance, comodidad, estética, etc., pero si nos enfocamos en el factor tiempo, recibimos y enviamos información en cuestión de segundos, todo se resume a ello. A quién no le gusta estar informado ni bien sucedan los hechos; quién salió elegido presidente, como van mis acciones en la bolsa o saber si el cuerpo encontrado corresponde a la identidad de aquella persona desaparecida mucho tiempo atrás. Hasta ahora sólo me he referido a cambios, pero no he calificado dichos cambios como favorables o desfavorables, por no querer catalogarlos como buenos o malos.

Entremos a analizar las redes sociales, dentro de otro adelanto llamado internet. Podemos publicar y solicitar información importante de forma mucho más rápida, con tiempo de respuesta muchos más efectivo. Por ejemplo, publicitar un negocio, del tipo que sea pero negocio al fin. Para ello, las redes sociales cumplen un papel fundamental, porque lo que todo negocio busca es llegar a su público objetivo, clientes potenciales, y como estas redes son masivas, existe la posibilidad de llegar a muchas personas al mismo tiempo. Ese fue un enfoque comercial. Si lo enfocamos de forma social o personal, podemos contar de nuestro viaje exponiendo las fotos de tan linda experiencia, podemos dar a conocer al mundo o mejor dicho a los contactos del nacimiento de nuestro hijo, tal vez el más importante y bello momento para la gran mayoría en la cual me incluyo, podemos expresarle a la persona que amamos que la amamos, muchas veces sin que esta persona comparta o tenga una red social, increíble pero sucede. De igual forma, toda esta información corre en cuestión de segundos. Para los comercios o negocios, es favorable porque el factor tiempo es fundamental. ¿Hasta qué punto es favorable o desde qué momento es desfavorable para las personas socialmente hablando? ¿Nos hemos puesto a pensar en cuántos momentos juntos hemos perdido por no habernos juntado para contarnos todas estas y otras experiencias? Definitivamente, siempre se darán dichas reuniones pero con los amigos frecuentes, aquél grupo de colegio o universidad ya consolidado como tal, lo cual no es para nada malo, todo lo contrario, es muy bueno y gratificante, porque de tal forma se alimentan esas relaciones de tantos años que en base a cariño y respeto se han convertido en una verdadera e inquebrantable amistad, no de patas, sino de amigos, palabras comúnmente confundidas y que se me acaba de ocurrir comentar, pero en otro blog. No obstante, hay otros amigos con los que pocas veces o casi nunca nos juntamos pero con los que conversamos con alguna frecuencia, inclusive, de los que más sabemos y más saben de nosotros a través de las redes sociales en lugar de juntarnos para compartir una pizza o una cena acompañada de una gaseosa o un buen vino. Acá es donde empiezo a pensar que las redes sociales resultan siendo desfavorables para las personas, porque si bien permiten informar de algún acontecimiento importante, jamás reemplazarán el calor de un abrazo, la ternura de un beso, las carcajadas por un chiste bien contado, pero en vivo pues, no por Internet. En fin, sólo intento hacer prevalecer la importancia de un lazo más que la modernidad de un medio, promover los momentos de una parrilla más que la cantidad de fotos vistas por una laptop, incentivar el abrazo más que el envío de un mensaje de texto.

No pasará mucho tiempo para que ni bien hayas terminado de leer este artículo digas, “… claro, este compadre raja de las redes sociales, pero cómo está haciendo saber su opinión. ¿Acaso no es a través de la tecnología mediante una página Web o un Twiter?...”

Es muy cierto, pero creo que el secreto está en utilizar la tecnología, las redes sociales, para mejorar tu vida o para modernizarla mejor dicho, no para que la reemplace o la domine. Es inevitable hacerla parte de nuestras vidas o hasta de nuestros cuerpos inclusive. ¿Quién no puede andar sin su celular a ninguna parte? No todos, pero si muchos.

Un abrazo, a la distancia…

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